Vigno es una Asociación Gremial que comenzó con el trabajo de un grupo de viñateros en la zona central de Chile, específicamente en el Valle del Maule, y que hoy agrupa a un total de 16 bodegas. El objetivo principal es rescatar el patrimonio del Carignan de cepa vieja y sus tradiciones, ayudando a consolidar la marca como un colectivo privado.

Vigno, un orgullo colectivo

El compromiso de las viñas que conforman Vigno es incentivar la elaboración de la cepa Carignan, motivando la compra de uvas a precio justo e impactando positivamente en los productores de la uva Carignan del secano del Maule, así como cumplir una serie de reglas auto-impuestas, siguiendo ciertas normas de denominación de origen controlado (DOC), convirtiéndola en la primera DOC chilena de carácter privado.

Su Nombre: VIGNO

Vino + G: La letra G corresponde a la G de Carignan, la que se agregó a la palabra vino, dando como resultado VIGNO, que se pronuncia: VIÑO.

Objetivos de la marca

Uno de los principales objetos de Vigno es rescatar las antiguas parras de Carignan del Maule, que se mantienen únicamente con el riego de las lluvias y dan como resultado vinos de gran acidez, reflejando el territorio de donde provienen.

Normas a seguir para ser Vigno

Como se mencionó, se deben cumplir ciertas normas para producir un vino bajo el nombre de Vigno, entre las cuales destacan:

• El vino debe tener un mínimo de 65% de cariñena.
• Las uvas para el vino deben provenir de viñedos de secano de más de 30 años, dentro del secano costero del Maule, desde la ribera sur del río Loncomilla en la costa maulina hasta Cauquenes en el sur.
• El resto de la mezcla, si no es 100% Cariñena, debe proceder de la misma zona y de viñedos que también tengan más de 30 años. Las vides pueden ser injertadas.
• El vino debe permanecer al menos 2 años en bodega/botellero antes de salir al mercado.
• Las cepas deben estar en espaldera, en vaso o en copa.

Repercusión en la industria

Desde un principio, Vigno motivó la compra de uvas Carignan del Secano del Maule, generando un impacto positivo en los productores, quienes se han visto beneficiados con la elevación del precio de este fruto, cuyo valor se ha multiplicado por 10 en los últimos años. Vale destacar que estos productores no son grandes compañías agrícolas, sino representantes de la agricultura campesina.