Conseguir un vino de calidad no es tarea fácil, depende mucho del proceso de elaboración, pero también del “terroir” o terruño como se lo conoce en español.
Mucho se habla sobre el terroir, pero todavía hay quienes no conocen el significado de este sonado término del mundo vinícola.
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Terroir: La tierra donde crece el vino
También conocido como terruño, este es un término francés proveniente del latín terra, que genera polémica debido a los distintos significados que se le adjudican.
Su controversia parte del significado literal de esta palabra. Hay quienes lo confunden con el concepto propio de “terreno”; pero este uso no es el correcto. El terruño se refiere a muchos aspectos más allá de la tierra.
Su definición más generalizada en los últimos tiempos es aquella sobre la combinación de factores naturales que son capaces de dar características muy especiales y particulares a un vino. Es esa combinación de características del suelo, topografía, clima, biodiversidad, altitud y técnicas de vinificación que hacen distintivo a un vino.
Contrario a lo que el origen de la palabra hace pensar, no se trata solo de la “tierra” en la que se cosecha la vid. Es la suma de los factores antes mencionados la que da como resultado un vino tan distinto a otro.
¿Por qué el terroir es tan importante en el mundo del vino?
No hay dos viñedos con una combinación de factores naturales y técnicas de vinificación idénticas.
El terroir le da personalidad, carácter y tipicidad a un vino. Por eso, al beber un vino se viaja al lugar donde este se realizó y se “conoce” un poco sobre las características de su terroir.
¿Qué factores comprende el llamado terruño?
Son muchos los factores que intervienen en la tipicidad de un vino:
Clima, horas de sol, lluvia, temperatura, diferencia térmica entre el día y la noche; fuerza y tipo de vientos; humedad del suelo y subsuelo; topografía; altitud y latitud; textura, estructura, profundidad, composición, fertilidad y drenaje del suelo; orientación y grado de pendiente del viñedo; patologías del lugar (y los mecanismos para combatirlas); biodiversidad del entorno; variedad de la uva; y las prácticas de cultivo utilizadas (dadas por la tradición y la cultura vinícola de la zona).
Al implantar una variedad de uva en una zona distinta a su lugar de origen, el resultado del vino va a notarse distinto porque su terroir es otro. Cambió el lugar junto a todo aquello que lo compone, incluyendo también la tradición y la cultura vitivinícola de la región.
Cada uva contiene en sí misma sabores y aromas propios de su terroir, o lo que es igual, un terroir puede utilizarse como referencia de sabor, aroma, color y sensaciones de un vino.
Esto no quiere decir que no pueda llevarse la uva a una región distinta a su origen. Por el contrario, es muy común hacerlo. No obstante, lo normal que las cepas se asocien a las regiones en las que son capaces de expresar mejor sus cualidades, ya que es el lugar ideal para su cultivo.
¿Al hablar de terroir se habla de calidad?
No necesariamente. El terruño denota la autenticidad de un vino, las características agrícolas de esa viña, su origen y sus procesos de elaboración. Pero un vino puede reflejar perfectamente su terroir sin que este vino sea extraordinario o de una calidad superior.
Tendencias
En los últimos años se ha popularizado una tendencia del terroir que se busca minimizar la intervención del ser humano en el cultivo, para así obtener vinos más naturales. Esta está íntimamente relacionada con los vinos orgánicos.
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