Beber vino es una tradición desde hace millones de años. El vino es una bebida tan antigua que se menciona en textos legendarios como la biblia. Consumida en todo tipo de ocasiones y apreciada en todo el mundo, los beneficios del vino van más allá del simple disfrute. Por ello queremos mencionarte algunas de las bondades que puedes obtener al beber vino, para que aproveches y la disfrutes en cada momento. 

Beneficios del vino y su ingesta moderada

Bajo la premisa de todo en exceso es malo, el vino no es la excepción. Sin embargo, el consumo moderado puede brindarte algunos beneficios que puedes aprovechar al máximo mientras disfrutas de él, como reducir el riesgo de tener cáncer, ayudar a las enfermedades mentales, prevenir la ceguera y obtener beneficios para el corazón.

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Antioxidante

Una de las bondades más conocidas del vino tinto es su capacidad antioxidante. Es decir, disminuye el estrés oxidante y retarda el proceso de envejecimiento de las células del cuerpo, contribuyendo a mantener la vitalidad.

El vino y la mente

El vino tiene la capacidad de actuar como agente protector de enfermedades mentales como la depresión. El diario ABC de España señala algunos estudios que demuestran que quienes beben entre una y dos copas diarias de vino, son menos propensos a desarrollar este mal.

Por otra parte, estudios realizados en la Universidad de Loyola Medical Center (USA) encontraron que el consumo de vino tinto puede reducir considerablemente el riesgo de desarrollar otra enfermedad grave relacionada al cerebro: la demencia.

Propiedades antibacterianas

De acuerdo a un artículo de la revista Muy Interesante, tanto los vinos tintos, como los vinos blancos poseen propiedades antibacterianas, reduciendo las bacterias “malas” presente en los alimentos que consumimos.

Otros beneficios del vino para la salud

De acuerdo al artículo anteriormente mencionado, la ingesta consciente de vino provee además otros múltiples beneficios para la salud, como la disminución de los niveles de colesterol, la reducción del riesgo cardiaco, la prevención de la ceguera y el retraso del envejecimiento gracias a sus propiedades vasodilatadoras.

Además, mejora la circulación e incluso previene algunos tipos de cánceres, y todo esto gracias en gran parte a los flavonoides como el resveratrol, presentes en el vino.

Propiedades del vino

El vino es rico en minerales como el zinc, potasio, calcio, litio y magnesio. Por ello, su consumo moderado puede equilibrar el sistema nervioso, reducir el estrés, mejorar las defensas inmunitarias y alcanzar un equilibrio iónico y eléctrico en el cuerpo. Así lo afirma Muy Interesante. 

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