La cepa País es patrimonio vivo de Chile. Originaria de las Islas Canarias, la cepa País llegó a nuestro país en el siglo XVI, en las maletas de ordenes religiosas españolas. Es una cepa tinta, rústica, muy resistente, que se adaptó naturalmente en las zonas de secano del Maule, como Loncomilla y Cauquenes. Se cultiva en cabeza, sin alambres, creciendo libremente y requiriendo pocos manejos. En el Maule hay parras que tienen más de 200 años, sin riego, que han resistido a través de los años enfermedades y sequías. Produce vinos tintos frescos, rústicos y con carácter,
que pueden ser jugosos y sabrosos.

PAÍS SALVAJE
La cepa País es patrimonio vivo de Chile. Originaria de las Islas Canarias, la cepa País llegó a nuestro país en el siglo XVI, en las maletas de ordenes religiosas españolas. Es una cepa tinta, rústica, muy resistente, que se adaptó naturalmente en las zonas de secano del Maule, como Loncomilla y Cauquenes. Se cultiva en cabeza, sin alambres, creciendo libremente y requiriendo pocos manejos. En el Maule hay parras que tienen más de 200 años, sin riego, que han resistido a través de los años enfermedades y sequías. Produce vinos tintos frescos, rústicos y con carácter,
que pueden ser jugosos y sabrosos.

PAÍS SALVAJE BLANCO
País Salvaje Blanco se vinificó en forma artesanal y natural. Con el propósito de respetar los aromas y sabores provenientes de las uvas, se fermento sin control de temperatura y con levaduras nativas. El mosto fue guardado en ánforas de greda, las que aportaron micro-oxigenación, dando más complejidad. Finalmente, el vino no fue filtrado ni clarificado. Destacan aromas frutales como pera y manzana verde, que se entremezclan con notas de pimienta blanca. En boca es jugoso, fresco y con un largo final. Un vino ideal para acompañar con todo tipo de charcutería.